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En un ensayo de macetas, con 73 muestras de suelo procedentes de la provincia de Arauco, se determinan las deficiencias nutritivas mediante ballica (Lolium perenne x LoIium multif!orum). Se emplea la técnica del elemento faltante, para elegir los siete tratamientos de fertilización. Esto origina una abonadura completa y otras seis incompletas, por omisión, uno a uno, de los nutrimentos siguientes: fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre y microelementos (boro, molibdeno, cinc, cobre y manganeso). Los resultados obtenidos, en cuatro cortes, se interpretan de acuerdo al diagrama de fertilidad. El pH del suelo no está asociado con la incidencia de las deficiencias de calcio o magnesio, ni con la intensidad de la misma. Sólo ocasionalmente habrá una deficiencia de calcio, ocurriendo con mayor frecuencia la de magnesio. Todo suelo pobre en calcio o en magnesio tiene también una deficiencia grave de microelementos o, cuando asi no ocurre, de potasio. Se cree posible que la deficiencia de calcio o de magnesio, puede atribuir- se a un efecto antagónico, provocado por la falta de algún microelemento y/o dei potasio. Se identifica al fósforo, potasio, azufre y microelementos como las principales deficiencias nutritivas que afectan la fertilidad de estos suelos. El fósforo es la deficiencia más grave y más general, considerándose indispensable agregarlo con la fertilización de corrección. En Melirupe, próximo a la ciudad de Arauco, se ubica la única muestra rica en fósforo. En muchos suelos coexisten tres o más deficiencias nutritivas, generando complejos problemas de fertilización. Se estima necesaria la identificación del microelemento carencial a nivel predial, antes de incluirlo en la fertilización. Las elevadas pendientes negativas calculadas para muchas líneas de fertilidad del fósforo, potasio, azufre y microelementos, indican que estos nutrimentos deben ser agregados con la fertilización de mantención, si se desea mantener o alcanzar un