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Chile tiene diferentes tipos de suelo y condiciones climáticas que favorecen un amplio rango de actividades agrícolas, las cuales pueden generar contaminación atmosférica potencial como los gases de efecto invernadero (GHG). Sin embargo, mediciones de la contribución de los suelos agrícolas en las emisiones atmosféricas de estos gases no ha sido realizado todavía en Chile. Este trabajo tiene como objetivo determinar los flujos de emisiones in situ de CO₂ y N₂O desde un suelo derivado de cenizas volcánicas bajo diferentes prácticas de manejo agronómico determinando su variación estacional. Las muestras gaseosas fueron obtenidas desde el espacio aéreo de cámaras cerradas no-fijas en una rotación anual de cultivos bajo sistema de cero labranza en un Andisol del Sur de Chile (36° S). Dos fuentes de N (NH₄⁺ y NO₃^-) y fertilización amoniacal más dos dosis de encalado (0.5 y 1 Mg ha^-1) fueron considerados como tratamientos. Los flujos de CO₂ y N₂O fueron determinados periódicamente en un período de 1 año y variables de suelo tales como temperatura, contenido de agua, y N mineral fueron registrados. Los resultados muestran que los flujos de CO₂ responden a patrones de estacionalidad. No fue evidenciado un efecto cuando fue considerada la práctica de manejo del cultivo, con un máximo de 53.2 ± 8.5 kg CO₂-C ha^-1 d^-1 en la estación húmeda de otoño, y un mínimo de 9.7 ± 2.1 kg CO₂-C ha^-1 d^-1 para verano, estación seca de otoño e invierno. El flujo de N₂O fue altamente variable en el año y no muestra influencia de tratamientos o estacionalidad, con un promedio de 2.6 ± 0.6 g N₂O-N ha^-1 d^-1. Variaciones de N mineral del suelo no están relacionadas a los flujos de GHG como una variable sola. Los resultados indican que un Andisol bajo sistema de cero labranza en el Sur de Chile tiene un bajo potencial de emisiones de N₂O, y las mayores emisiones de CO₂ son producidas principalmente en estaciones húmedas (otoño húmedo y/o primavera).