La fijación simbiótica de nitrógeno en leguminosas es óptima cuando las plantas huéspedes son noduladas satisfactoriamente por cepas de Rhizobium altamente efectivas y competitivas. Con el objetivo de determinar la capacidad de fijar nitrógeno de cepas nativas de Rhizobium leguminosarum biovar trifolli y competir con las cepas presentes en los suelos, se realizó un ensayo de macetas en invernadero, empleándose trébol blanco (Trifollum repens) y cuatro suelos representativos de las principales áreas agroecológicas de la IX Región.Las cepas evaluadas fueron once, correspondiendo a nativas y de colección, resistentes al antibiótico sulfato de estreptomicina. Como controles se emplearon un testigo con nitrógeno y otro sin nitrógeno y sin inoculación. Todas las macetas recibieron una solución de sulfato de amonio marcado con 10% de átomos exceso de 15N, equivalente a 10 kg ha-1 de N. Como cultivo de referencia se utilizó ballica perenne (Lolium sp), variedad Nui. En general, las cepas evaluadas fueron muy eficientes, y según los suelos, después de 3 ó 4 cortes llegaron a ser la única fuente de nitrógeno para las plantas. También, fueron competitivas, superando en algunos suelos, 70% de la infección de las ralces, con respecto a las presentes en los suelos. En los suelos Curacautin y Toltén la fijación biológica de nitrógeno comienza más tarde, lo que coincide con los suelos Que presentan mayor contenido de nitrógeno. Cuando se agota o disminuye el contenido de N del suelo, la simbiosis comienza a funcionar. |