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En un ensayo de campoconcilindrosdepercolación, se lixivian 6 dosis de nitrato de sodio (0-12,8-48-128-480-y 1.280 kg de N/ha), con 100 mm de agua. Se determinan los nitratos, humedad, pH (H₂O), pH (KCI) y Al-Morgan, en las muestras extraídas de todos los tratamientos, cada 5 cm de profundidad y hasta 90 cm. Su distribución con la profundidad del perfil se compara en todos los tratamientos. El balance de nitratos del perfil del suelo Vilcún, depende de las cantidades de nitrato de sodio y agua aplicadas, junto al aumento proveniente de la mineralización de nitrógeno en la muestra superficial. En el verano, cuando se humedece el suelo seco con el agua de lixiviación, se estimula intensamente la mineralización de nitrógeno hasta 20 cm y su efecto se extiende probablemente hasta 50 cm. Las posibles condiciones redox imperantes en el suelo Vilcún son inadecuadas a la existencia de una anaerobiosis estricta, por lo que no se observa desnitrificación a ninguna profundidad, hasta 90 cm. Los distintos tratamientos con nitrato de sodio no modifican la reacción del suelo, ni las cantidades de aluminio determinadas en el extracto Morgan, en ninguna parte del perfil estudiado. Una pérdida casi total del nitrato inicial, presente en la profundidad 55-90 cm, se produce con 100 mm de agua aplicados en la superficie. La adsorción de nitratos medida en los Andepts, no tuvo importancia práctica para reducir la movilidad de nitratos en el perfil del suelo Vilcún, o para evitar sus pérdidas en el agua de drenaje, por un exceso de aguas lluvias o de riego. La humedad del suelo Vilcún a capacidad de campo queda mal representada por el valor 1/3 atm., que es superado a menudo, lo que también ha sido determinado para otros suelos chilenos. El suelo de la experiencia había sido sembrado previamente con avena, donde sus raíces alcanzaron hasta 50 cm, siendo inaprovechable la humedad y el nitrato situado bajo esta profundidad.