La vacuna cristal violeta contra la peste porcina, preparada a base de sangre según el método de Penha y d'Apice, produce al cabo de 21 días, una inmunidad suficiente para proteger a los cerdos contra la inoculación de 2 cc. de material virulento.
La vacuna de bazo y ganglios, preparada según el método de Penha, es tan eficaz como la de sangre.
La vacuna de sangre no se gelatiniza.
La vacuna de sangre resulta siempre libre de gérmenes microbianos; en cambio, la vacuna de órganos, a menudo se ha presentado contaminada con gérmenes microbianos.
La duración total de la inmunidad no se ha precisado en el presente trabajo, pero según ciertas observaciones, se presume que protege a los cerdos por lo menos durante 8 meses, contra el contagio natural.
Para obtener vacunas de alto poder antigénico, según las técnicas indicadas, es necesario inocular cerdos en buen estado de salud, con virus que produzcan la aparición de los síntomas de peste porcina y alza térmica elevada, al 3°-4° día de la inoculación.
La vacuna no transmite la peste porcina a los animales no vacunados, ni produce ningún trastorno aparente en la salud de los cerdos, aunque se encuentren en condiciones nutritivas deficientes. |
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