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Parece racional que el rendimiento de semilla y rendimiento de aceite de aquenio sigan siendo el foco determinante para tasas de aplicación de N en lugar de la composición de la semilla. El N parece jugar un papel imprescindible en la proporción de ácidos grasos insaturados (ácidos oleico y linoleico), factor principal que determina el aceite de girasol (Helianthus annuus L.). Los estudios fueron realizados para evaluar el efecto de la fertilización N en el rendimiento de semilla, rendimiento de aceite de aquenio, y parámetros de calidad de híbridos de girasol por 2 años sucesivos (2010 y 2011) en un diseño de bloques completos al azar con arreglo de parcelas divididas. Los híbridos (Hysun-33 y S-278) y niveles de N (0, 75, 150 y 225 kg ha^-1) fueron asignados a parcelas principales y sub parcelas, respectivamente. Niveles crecientes de N aumentaron de manera estable el rendimiento, contenidos de proteína y de ácido linoleico en el aceite, donde contenidos de aceite y porcentaje de ácido oleico respondieron negativamente durante ambos años. Al mismo tiempo, el rendimiento de aceite del cultivo permaneció positivamente relacionado al gran suministro de N dando la ventaja de mayor rendimiento de aquenio (AY). El ácido palmítico varió de 5,27% a 6,42% y el ácido esteárico de 2,27% a 2,95%, respectivamente. ‘S-278’ exhibió apreciablemente (P < 0,05) mayores AY (3380 kg ha^-1) y contenido de aceite (42.11%) que ‘Hysun-33’ (2968 kg ha^-1 y 40.75%, respectivamente), mientras se observó lo contrario para contenido de proteína. El rendimiento de aceite varió en respuesta a fertilización N, de 34% a 37% teniendo mejores rasgos de calidad durante ambas temporadas.