El objetivo del presente estudio fue evaluar la perdurabilidad de una labranza profunda a los seis y doce meses de su realización. La evaluación se llevó a cabo sobre un suelo Torrifluvents Aquic, de textura franco gruesa, profundo, calcáreo, en el que se implantó un cultivo de manzanos cv. Royal Gala sobre portainjerto EM9. Previo a la plantación se realizó subsolado combinado a una profundidad de 60 cm sobre la línea de plantación. Los tratamientos fueron I: Subsolado, II: No subsolado. Se utilizó un penetrómetro de cono para medir la resistencia a la penetración, efectuándose determinaciones en dirección transversal a la hilera abarcando 100 cm de ancho y 60 cm de profundidad. El diseño estadístico fue completamente aleatorizado con quince repeticiones. Se observó para el tratamiento subsolado una menor resistencia a la penetración en la región comprendida hasta 25 cm a ambos lados de la línea de plantación, alcanzando una profundidad de 52 cm; mientras que para las posiciones extremas (50 cm), el efecto fue superficial. Considerando el patrón de disturbamiento típico de este tipo de subsolador se infiere que luego de un año aún perdura la labor realizada, ya que no se produjeron cambios importantes en el mencionado patrón, constituyéndose en una técnica apropiada para estandarizar las condiciones físicas del suelo previo a la plantación. |