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En un andisol Santa Bárbara, sometido al sistema de manejo conservacionista de no inversión por varios años, se evaluó en dos años consecutivos (1995 y 1996) el efecto de distintos usos agronómicos en la composición y estabilidad de la materia orgánica (MO) y en la actividad biológica. Las variables de uso y manejo de suelos fueron: bosque nativo, praderas naturales e implantadas y suelo con rotación intensiva. Además, se evaluaron sistemas con y sin encalado. Se consideraron tres profundidades: 0-5 cm; 5-10 cm y 10-30 cm. Los métodos para estudiar la materia orgánica: fraccionamiento de MO, determinación de hidratos de carbono, carbono-biomasa y dehidrogenasas, fueron los adaptados para suelos volcánicos chilenos. El C orgánico, en el suelo y fracciones orgánicas, se determinó mediante análisis elemental. Los distintos usos y manejos no incidieron en una pérdida de MO como ocurre en otros tipos de labranza, al contrario se mantuvieron niveles altos cercanos al 11% de C ponderado para los primeros 30 cm. La calidad de dicha MO es muy estable; 70% corresponde a C humínico y ácidos húmicos, mientras que un 30% corresponde a ácidos fúlvicos e hidratos de carbono, las fracciones más activas de la MO. La actividad biológica y el contenido de hidratos de carbono presentaron fluctuaciones importantes entre los 2 años estudiados. A una disminución de hidratos de carbono se manifestó un aumento de actividad DH, lo que implica una mayor actividad de mineralización de C .