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En la Estación Experimental Remehue del Instituto del Investigaciones Agropecuarias, Osorno, se ensiló un forraje proveniente de una pradera de rotación y de pradera permanente con alto contenido de gramíneas, y de una pradera de alfalfa de primer corte en proporción 3:1. Se cosechó con maquinaria convencional mediante corte directo sin agregar aditivos. Se almacenó en silo tipo parva sellándolo con polietileno y tierra. El ensilaje fue ofrecido ad libitum en forma individual durante 10 semanas a 21 vaquillas en crecimiento (180-220 kg). Los animales en estabulación ocuparon jaulas individuales y se distribuyeron en un diseño de bloques al azar a tres tratamientos. T1 : sin suplementación de concentrado; T2 : 1,5 kg de concentrado; y T3: 3,0 kg de concentrado (16,0% P.C.; 2,64 Mcal/kg EM). Además recibieron una suplementación de 0,08 kg sales minerales y agua a discreción. Posteriormente las vaquillas salieron a pastoreo recibiendo sólo suplementación con sales minerales. La mezcla de forraje ensilado fermentó adecuadamente (pH 3,88; 9,93% N-NH3 como % N total), teniendo alrededor de 17,2% MS, 16,0% PC, 70,0% DIV, 37,4% FDA y 2,3 Mcal/kg de energía metabolizable. El consumo promedio de ensilaje fue de 4,76a, 4,24b y 4,17b kg MS/día (P<0,01) para T1, T2 y T3, respectivamente. El consumo de forraje de T1, T2 y T3 alcanzó al 2,1; 1,83 y 1,68% del peso vivo promedio, respectivamente. La ganancia de peso de T1 fue de 0,533 kg/día, en comparación con 0,863 y 1.143 kg/día de las vaquillas de T2 y T3, respectivamente (P < 0,01). Luego durante el pastoreo las vaquillas tuvieron incrementos de peso similares cercanos a 1,0 kg/día. Se concluye que la mezcla de ensilaje de pradera permanente-alfalfa de primer corte fermenta adecuadamente, y es consumido sin problemas por los animales logrando buenas tasas de ganancias de peso vivo solo con suplementación de sales minerales.