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La variación de los niveles de nitrógeno de la biomasa microbiana de un suelo volcánico (Medial, thermic, Typic Distrandept), fue medida en 3 sistemas de manejo: a) pradera permanente bajo pastoreo, con y sin fertilización nitrogenada, b) rotaciones de trigo después de remolacha y trigo después de maíz, y c) rotación trigo-avena con dos fuentes de fertilización nitrogenada, urea y nitrato de sodio. La biomasa microbiana se determinó por el método de "fumigación-incubación". En la pradera no se encontró una diferencia estadística significativa (P > 0,05) entre los tratamientos con y sin fertilización nitrogenada. En la rotación de remolacha-trigo el nivel de N-biomasa fue estadísticamente superior en un 18% al encontrado en la rotación maíz-trigo (P < 0,05). En el ensayo de fuente de nitrógeno en la rotación trigo-avena, el nitrato incrementó el N-biomasa en un 40% por sobre el control sin fertilización (P < 0,05), en tanto, la urea subió el N-biomasa en sólo un 6% (P > 0,05). Al comparar los diferentes sistemas, se destacó la pradera con 44,5 m g g^-1 de N-biomasa en promedio, lo que fue superior en más del doble al encontrado en las rotaciones de cultivos, donde se registró un promedio de 19,5 m g g^-1 de N-biomasa.