En la Parte I se analizaron los resultados de producción total de pasto y cubrimiento de la vegetación y, en esta segunda parte, lo referente a composición botánica, valor pastoral y discusión global de ambos, de un ensayo que contempló el adicionar semillas de siete especies forrajeras bajo cuatro métodos de establecimiento o regeneración durante los primeros tres años. Los mejores sistemas, en los tres años de evaluación, fueron los con laboreo superficial del suelo. Las siembras en superficie, con o sin pisoteo con ovinos pueden constituir una vÃa de mejoramiento a más largo plazo, especialmente con las especies de procedencia local. Las especies que mejor se establecieron y persistieron fueron Trifolium brachycalycinum varo Ciare, Medicago polymorpha y Lolium multlflorum, las dos últimas de procedencia local. Con la sola fertilización, el Valor Pastoral de la pradera aumentó en un 8 a 24%, respecto a la sin fertilizar. En cambio, con la adición de semillas, este aumento fue mayor (71 a 94% y 28 a 43% en el primer y tercer año, respectivamente), en relación a la pradera que solo se fertilizó. |