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Entre los años 1985 y 1988, se efectuó una prospección de la calidad de las aguas superficiales de las hoyas hidrográficas de los ríos Maipo y Mapocho, en la Región Metropolitana, dando atención preferente a los procesos contaminantes activos en esta parte del país. Ambos sistemas hídricos generan aguas cualitativamente distintas; mientras las aguas del Maipo se caracterizan por un carácter oligometálico y alta C.E., debido a una presencia excesiva de sulfatos, con respecto al valor máximo de la norma chilena para aguas de riego, el Mapocho posee aguas con bajos contenidos salinos, pero fuertemente cúpricas, excediendo la norma para aguas de riego, gracias a aportes del río San Francisco. Puesto que la carga cúprica del río San Francisco se presenta disuelta y coincide con una abundancia de sulfatos, se estima que obedecen a un proceso de contaminación desde un centro de extracción de cobre, existente en la naciente de este río. Al ser descargadas sin previo tratamiento, las aguas servidas de Santiago incrementan notoriamente la C.E. de las aguas del Mapocho, debido a su abundancia en compuestos orgánicos solubles, residuos de detergentes y otros; llama la atención el reducido contenido metálico de estas aguas. El río Maipo se encuentra escasamente contaminado con aguas servidas o con residuos mineros; el mayor impacto de contaminación está asociado a descargas directas intermitentes de residuos fibrosos desde una industria productora de papeles.